¿Es ‘Juego de Tronos’ una serie machista?

El pasado lunes los fervientes seguidores de ‘Juego de Tronos’ (‘Game of Thrones’) sufrimos una gran decepción. Uno de los personajes más queridos de la ficción, Danerys Targaryen, tomó una decisión que muy pocos nos esperábamos. La destrucción de una heroína y su pueblo. El alzamiento de una reina y su reinado.

Danerys y Drogon Juego de Tronos
Danerys Targaryen y Drogon, ‘Juego de Tronos’ (‘Game of Thrones’) – HBO

Sea o no la mejor serie de la historia de la televisión lo cierto es que ‘Juego de Tronos’ lleva ocho años suscitando pasiones en los hogares de todo el mundo. Basada en la saga ‘Canción de Hielo y Fuego’ de George R.R. Martin, la serie dará carpetazo en unos días y supondrá un cambio en el modelo de consumo televisivo, pero, mucho me temo, será el fin de la conversación, del contenido ganado y una transformación de la narrativa transmedia tal y como empezábamos a conocerla.

El éxito de la serie se debe, entre otros motivos, a la capacidad que ha tenido para ir ganando espectadores a lo largo y ancho del planeta. Con una estructura clásica, la ficción abrió las puertas a series de género bélico-fantástico sin abandonar las cuotas de calidad que siempre va asociada al producto HBO. De ‘Juego de Tronos’ a ‘Vikings’ (The History Channel), pasando por ‘Outlander’ (Starz) como ejemplos de ficciones donde la fantasía e historia van de la mano.

Ned Stark  Juego de Tronos
Ned Stark , ‘Juego de Tronos’ – HBO

El éxito de la Saga ‘Juego de Tronos’/Canción de Hielo y Fuego

Decenas de personajes son los que han pasado por nuestra pantalla durante estos años. Personajes que hemos querido u odiado. Personajes que incluso hemos llorado. Corría el rumor hace años que George R.R. Martin amenazaba con matar a uno de los personajes favoritos por el fandom cada vez que un periodista o fan le preguntara cuándo iba a publicar la próxima novela. Así pasó, los personajes continuaron muriendo, pero la novela no se ha llegado a publicar habiendo hecho la serie un sorpasso a la saga.

La muerte de Ned (Eddard) Stark, interpretado por el actor británico Sean Bean, estableció las bases sobre las que se sostendría la serie y cuya tesis se ha mantenido, de mejor o peor manera, durante las ochos temporadas: los héroes pueden ser vencidos. De ahí que muchos no quisiéramos encariñarnos demasiado con un personaje en concreto y que, sin embargo, defendiéramos a capa y espada a nuestro favorito. ¿Tyrion? ¿Cersei? ¿Arya? ¿Sansa? ¿Danerys? Daba igual quien moría o no durante los episodios, sabíamos que el final era una disputa que nos iba a llevar a simpatizar por una casa u otra hasta el punto de agotar banderas y estandartes para reivindicar en nuestros balcones.

Mérito o no de Weiss y Benioff, creadores de la serie, o de George R.R. Martin, la histeria colectiva va a dar para muchas tesinas y doctorados en un presente-futuro donde se estudie el comportamiento del espectador en la era de internet y el vídeo bajo demanda (aquí una idea, queridos). Habiendo disfrutado la serie como espectadora, porque los ojos del espectador no suelen ser los del investigador, me atrevo a señalar a los tres meritorios como unos engatusadores de medio pelo, sí, pero mis engatusadores. Lo grito a los cuatro vientos porque son unos genios de la narrativa, han jugado con el público y nosotros nos hemos prestado al mismo en estos años. ¿Una serie épica? Desde luego. ¿Una serie donde los buenos mueren? No lo dudes. ¿Una serie clásica? Aquí es donde quería llegar yo.

Jon Snow, ‘Juego de Tronos’ – HBO

Jon Snow y el viaje del héroe

¡Ay queridos y queridas! ¿Cuánto habré leído y escuchado que Jon Snow era el conductor de la historia? ¿Cuánto habrán defendido que su objetivo era mostrarnos las maldades del Rey de la Noche y ese mundo fantástico? ¿Cuánto continuaré escuchando que es un sosainas, un pasmao, un bobalicón sin recursos? Y, ¿qué ha ocurrido? Que estáis decepcionados. ¿Qué no os convenció ‘La larga noche’? Ajo y agua porque resulta que Jon no es el conductor de la historia, no, y, quizá el lunes me lleve la leche del siglo porque con Weiss y compañía nunca se sabe del todo, mucho me temo que va a resultar que es él el protagonista de la historia. Eso sí: una bastante machista.

Si analizamos a Jon Snow desde el principio puede que parezca que carece de arco de personaje y, aunque hayan sido muchos los personajes sobre los que se ha sostenido su vida y conflicto, tomando con perspectiva la historia de él y la narrativa de la serie, resulta que todo nos conduce a la siguiente conclusión: Jon Snow es el héroe épico de ‘Juego de Tronos’.

Joseph Campbell publicó en 1949 el estudio ‘El Héroe de las mil caras’ cuyo tema central era el viaje del héroe y la repetición del esquema en las leyendas y mitos populares. Según Campbell todo héroe atravesaba tres etapas principales: la separación, la iniciación y el retorno. El héroe podía repetir su esquema incontables veces e iría acompañado de distintos compañeros que le servirían de ayuda en los momentos más complejos.

El Viaje del Héore
Esquema de estudio de el viaje del héroe – ‘El héroe de las mil caras’, Joseph Campbell

Partiendo de la premisa de que Jon Snow (aka Aegon Targaryen) es el Héroe de la serie, vemos que durante las ocho temporadas se han ido cumpliendo todas y cada una de las pruebas del viaje de Joseph Campbell.

El mundo de ‘Juego de Tronos’ se dividiría en dos partes: el Mundo Ordinario (las casas y sus luchas) y el Mundo Especial o Mágico (todo lo que ocurre más allá del muro). Para Jon Snow la narración comienza cuando se ve obligado (es supuestamente un hijo bastardo) a abandonar Invernalia y hacerse Guardián de la Noche. Allí recibe la Llamada de la aventura: ha desparecido su tío Ben y el Lord Comandante organiza una expedición para ir en su búsqueda. Es en ese viaje donde se encuentra a los caminantes blancos, le secuestran los salvajes y pasa un tiempo con ellos hasta que consigue regresar intramuros.

En el Muro, después de una batalla con los salvajes y de descubrir que su mentor (el Lord Comandante) está muerto, le nombran muy a su pesar nuevo Comandante. Siendo el nuevo Comandante se enfrenta de nuevo a la batalla, muere su amada Ygritte y estando lejos su aliado principal, Sam, sus hermanos de la noche, le traicionan y le asestan puñaladas de muerte.

Una vez muerto, llega la Ayuda Sobrenatural, Melisandre que anda por allí, con ayuda del dios del fuego, le resucita superando así la prueba difícil o traumática. Una vez resucitado se reencuentra con su hermana Sansa y juntos recuperan Invernalia, llegando así su recompensa. Pero el Rey de la Noche les acecha y se tiene que enfrentar definitivamente con él (y aquí, la primera, y espero que no última, grieta de mi tesis), y con ayuda de Bran, el vidriagón, Danerys y los Dragones, los salvajes y Arya se enfrenta a su enemigo principal: el Rey de la Noche. Si seguimos el patrón clásico, lo normal hubiera sido que Jon hubiera asesinado al Rey de la Noche. Sin embargo, apareció Arya con su daga y su ansia de muerte y le cazó dando (¿fin?) al supuesto Villano de la serie.

Arya y El Rey de la Noche
Arya Stark y El Rey de la Noche, ‘Juego de Tronos’ – HBO

Llegados a este punto, los espectadores nos sentimos traicionados porque creímos fervientemente que el villano era el Rey de la Noche y que la batalla que de verdad importaba era la de los vivos contra los muertos. Jon era el héroe de la misma, pero su hermana pequeña le arrebató el puesto y puso fin a la batalla. De ahí la decepción del espectador que pensó que esa era la trama principal de la serie y no algo tan mundano como el juego de tronos. Si van a resucitar, o no, o si van a volver, o no, poco sabemos. Weiss y Beniof siempre sorprenden y la Larga Noche fue un capítulo ejemplar de cómo no fiarse de los creadores. Si Jon fuera el héroe clásico, él hubiera asesinado a El Rey de la Noche, sin embargo, sería demasiado obvio. ¿Verdad?

Ahora bien, en este momento Jon tiene dos opciones, iniciar de nuevo su esquema narrativo, convertir a villana a Danerys y alzarse como el nuevo Rey. Un Rey-Héroe, honesto y sencillo, aunque no quiera la recompensa. O morir. Y, con todo el dolor de mi corazón, me decanto por la segunda opción aunque ambas me parecen narrativamente válidas.

Sansa, Bran, Arya, 'Juego de Tronos' HBO
Sansa, Bran, Arya, ‘Juego de Tronos’ – HBO

Sin Jon Snow, ¿la serie sigue siendo posible?

Sin Jon Snow la serie sigue siendo posible por la habilidad de Weiss y Benioff de dar la vuelta a la tortilla y salir indemnes de la decisión. ‘Juego de Tronos’ es una serie de personajes, personajes que han ido desarrollando a lo largo de ocho temporadas y a los que les ha dotado de matices y aristas, salvo Jon, configurado como un héroe clásico, que mucho tiene que cambiar para que nos sorprenda el próximo lunes.

Al estar tan bien elaborados los personajes decisiones como la de Danerys en el pasado episodio no sorprenden, pero sí decepcionan. La decepción a quienes la han configurado como heroína, la decepción de aquellos que piensan que está loca o la han vuelto loca para justificar su comportamiento. Y de ésto tienen la culpa los guionistas: uno, por haberlo hecho de forma abrupta, dos, por darnos a entender que está loca y que su genocidio se debe a un estado de enajenación mental transitoria.

Y no, NO, no. Si pensamos que Danerys está loca, si aceptamos ese planteamiento, aceptamos los arquetipos que siempre se han asociado a las mujeres en las narraciones. Si lo hacemos, engrasamos el eje de la rueda que siempre ha girado en favor de las narraciones patriarcales y ‘Juego de Tronos’ sí será una serie machista. Y aunque habría que hilar muy fino para apoyar otro tipo de razones que le han hecho hacer a Danerys lo que lleva temporadas prometiendo, esta última temporada y el último episodio emitido nos dejan la duda de locura o maldad, regalándonos un penúltimo e intenso debate entre los espectadores que, para mi gusto, me parece cruel y divertido a partes iguales.

Danerys demacrada Juego de Tronos
Danerys, ‘Juego de Tronos’ – HBO

Loca o no, villana o no, los guionistas han jugado las cartas que tenían y las han puesto sobre la mesa. Con trampas o sin ellas, hay razones que sustentan la locura de Danerys, pero de admitirlo, admitiríamos como decía más arriba que ‘Juego de Tronos’ es machista. Y, lamentablemente, no sería descabellado pensarlo.

Las mujeres, protagonistas de ‘Juego de Tronos’

Si analizamos con perspectiva ‘Juego de Tronos’, y desde las nuevas narraciones, es inevitable llegar a la conclusión establecida porque lo cierto, y muchos giros tiene que dar la serie el lunes, es que ningún personaje femenino se adueña de los arquetipos asociados al género masculino y, por ende, se mantiene el mismo discurso de siempre.

Según Jung un arquetipo es un patrón que se repite en los imaginarios colectivos y del cuál derivan los objetos, las ideas o los conceptos. Cuando hablamos de personajes, los arquetipos son inmutables y son un modelo que cumplen todas las historias universales. Arquetipos como el Héroe (Jon, Jorah), la Doncella (Sansa en las primeras temporadas), el Sabio (el Maestre Aemon Targaryen, Sam), el Embaucador (Jaime, también, podría ser el Amante), la Madre (Lady Catelyn), la Puta (Shae), etc.

De este modo, todos los arquetipos positivos los cubren personajes masculinos, dejando a los femeninos a actuar bajo las pasiones como cuando Catelyn Stark (madre coraje) libera a Jaime para que le devuelva a sus hijas o Cersei (todas sus acciones se le atribuyen a la protección de sus hijos) se alía con los Gorriones porque está perdiendo el poder sobre su hijo y luego hace explotar con fuego Valyrio el Septo de Baelor para deshacerse de ellos. O Sansa (la Doncella) que admite que todo lo que ha sufrido, los engaños de Meñique, las violaciones de Ramsay, le han hecho ser quien es ahora. No hay argumentos detrás de los personajes que las empoderen más allá de ser consecuencias de una acción que viene impulsada por el hombre. Y, cuando lo hacen, son desfemenizadas como Brienne o Arya.

Ni siquiera Danerys que pasa de Doncella a Madre, de Madre a Heroína, y veremos si termina como Villana, actúa como consecuencia de sus propias decisiones según Weiss y Benioff. Podríamos pensar que sí, y por ello su relato nos cautivó, sin embargo, si nos detenemos en los últimos acontecimientos nos invitan a creer que es un personaje basado en un arquetipo tradicionalmente asociado a las mujeres y, entonces sí, Danerys estaría loca. Pero, ella, su personaje siempre ha ido más allá. Sus dragones nacieron porque había magia en ella. Y aunque lo hicieron del dolor y la sangre, Danerys es un personaje que permite resarcirse a la serie de todas sus connotaciones patriarcales. Quizá ya no sea una heroína, quizá, no sea tan buena como pensamos que era, quizá solo está haciendo lo que cree que debía hacer. Pero, por favor, que Danerys no esté loca.