Mujeres empoderadas, la revolución feminista más allá de la ficción

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A punto de secundar la huelga feminista convocada por las asociaciones de mujeres feministas de España, pienso en lo mucho que han cambiado los discursos narrativos de la ficción tanto en televisión como en cine y teatro. Obras de teatro como ‘Los cuerpos perdidos’ de la directora y dramaturga Carlota Ferrer o la instalación en los Teatros del Canal de Álex Rigola, ‘Macho Man’, no podrían haberse realizado si no se hubiera abierto una brecha en la sociedad que hiciera posible nuevos planteamientos de la figura de la mujer y sus diferentes roles dentro de la misma.

Lo mismo ocurre en el cine con películas como el reciente éxito dentro del cine independiente español ‘Carmen y Lola’ de Arantxa Echevarría o cintas como ‘Solas’ del director Benito Zambrano, responsable de la adaptación cinematográfica de ‘La voz dormida’ basada en la novela homónima de la escritora pacense Dulce Chacón; no me olvido de filmes que en su época pusieron el foco cultural a la violencia de género como lo fue ‘Te doy mis ojos’ de Icíar Bollaín, una de las directoras más comprometidas con el feminismo en nuestro país sin objetivo de lucro o promoción.

Elvira Lindo
Elvira Lindo, escritora y autora de ‘Manolito el gafotas’

En literatura son las autoras Rosa Montero, con su magnífica obra ‘La ridícula idea de no volver a verte’ y Elvira Lindo las que semana a semana abanderan causas silenciadas comprometiéndose y siendo referencia para millones de personas. En televisión no podemos olvidar creaciones como ‘La señora’ o su spin-off, ‘La República’, series que nacieron antes del boom seriéfilo, donde la mujer era la responsable de dirigir la trama principal.Y, por supuesto, ‘El Ministerio del Tiempo’, serie en la que pudimos disfrutar del delicioso personaje de Amelia Folch, interpretado por Aura Garrido o la longeva ‘Cuéntame cómo pasó’ con los mejores arcos de personajes femeninos en lo que llevamos de era televisiva.

Son tantas las producciones de teatro, cine, televisión y literatura que podría parecer inabarcable y, sin embargo, seguimos necesitadas de lucha y reivindicación. Quizá no desde un punto de vista oscuro como es, por otro lado, necesario para visibilizar la violencia dentro y fuera del hogar; sino desde una perspectiva positiva que nos permita ser de una vez por todas marcos de referencia social.

Amelia Folch El Ministerio del tiempo
Amelia Folch, personaje de ‘El Ministerio del tiempo’


#Metoo: ¿postureo o acción real?

En octubre del 2017 cuando un grupo de actrices, encabezado en un primer momento por la activista Tarana Burcke, denunciaron el acoso sexual sufrido durante décadas por el productor cinematográfico Harvey Weinstein, un gerifalte de la industria cinematográfica, los cimientos de Hollywood parecieron debilitarse con el movimiento #metoo. Alisa Milano a golpe de tweet popularizó el hashtag para denunciar los abusos sexuales a los que muchas mujeres alrededor del mundo habían sido sometidas. Si el 2018 fue el año en el que se encendió una llama en el 2019 parece haberse apagado.

Lo cierto es que si el #metoo sonrojó a los grandes varones de la industria en Estados Unidos, poniendo en peligro carreras de productores, directores y actores con solera como fue el caso de Kevin Spacey, el legendario movimiento se ha visto ensombrecido por supuestas denuncias falsas que aunque mínimas ponen en peligro causas como la mencionada, como parece haber ocurrido en los casos contra Morgan Freeman donde a día de hoy no se ha presentado denuncia oficial por parte de las supuestas víctimas.

Si Hollywood estornuda, en España no nos constipamos

Más allá de la lucha contra el acoso, los abusos, las violaciones o la violencia física y psíquics por parte del hombre sobre la mujer, el movimiento feminista quiere reivindicar la figura de la mujer en la esfera pública dotándonos del lugar que nos merecemos no como mujeres, sino como seres humanos. No obstante, y a pesar de acciones como el de los abanicos rojos de la asociación de cineastas CIMA, en España, o la etiqueta de negro en la gala de los Globos de Oro en 2018, queda mucho por hacer.

Semanas después de la celebración de los premios con más prestigio en la cinefilia mundial, los Oscars, han sido una decepción tanto en la organización como en las nominaciones y los premiados.

De acuerdo al informe publicado por Women’s Media Center (WMC) los hombres siguen representando el 75% de nominaciones frente al 25% de mujeres en las categorías no interpretativas. De las ocho películas nominadas a Mejor Película ninguna fue dirigida por una mujer, y tampoco hubo representación femenina entre los nominados a Mejor Dirección. En guión, sumando las dos categorías (original y adaptado), sólo dos mujeres fueron nominadas de 18 hombres en total.

En España, alumnos poco aventajados, incluso con éxitos recientes como el de Arantxa Echevarría con ‘Carmen y Lola’ , con la que logró alrededor de 2.500 euros por copia el primer fin de semana, o Almudena Carracero, co-directora del documental ganador del Goya a Mejor Documental este año por ‘El Silencio de Otros’, se estima que en el audiovisual menos del 40% de los puestos están ocupados por mujeres.

Más presencia en etapas creativas, más presencia en la sociedad

¿Por qué es importante que ganemos presencia en puestos creativos y técnicos? Porque no solo somos tan válidas como los hombres en cualquier tipo de trabajo, también, son necesarias nuevas perspectivas y nuevos enfoques en las historias que conforman nuestro imaginario colectivo.Transformar arquetipos y eliminar los estereotipos que nos han ido persiguiendo es un deber que tanto hombres como mujeres debemos asumir por igual. Pero, si siempre son los mismos los que cuentan las mismas historias, ¿cómo puede mejorar una sociedad? ¿Cómo reinventarse en pro de un mundo más justo e igualitario?